Impulso Concertante.

Cercanía de seguridad


Cercanía de seguridad
Laia Falcón

Antes de que esta pandemia lo cambiara todo con su incertidumbre atroz y el desgarro de tantas despedidas sin abrazo, mi respuesta se habría concentrado en otras cosas.
Habría subrayado que nuestro patrimonio -lo que ya nos pertenece por derecho- debe cuidarse. Protegerse con impecables garantías con las que legar a nuestros hijos, de la mejor forma posible y sin perderse por el camino. La sanidad, las escuelas, la Alhambra, las carreteras, el próximo Nobel de Literatura, las ciencias conquistadas y las que están por descubrir… todo esto es nuestro y tiene que estar disponible, crecer y seguir inventándose. Las leyes del mercado son eficaces pero no siempre suficientes: quizá la oferta y la demanda no hubiesen salvado algunos de nuestros tesoros y tenemos que velar para que equivalentes obras del futuro tengan la oportunidad de ser creadas. Tenemos herramientas de acertada solidez que, sin duda, siempre deben extenderse y mejorar: exámenes públicos de muy alta exigencia en hospitales, universidades u orquestas, expertos externos de evaluación, protocolos de precaución y transparencia para que el conjunto sepa y pueda opinar.
Si sigo estando de acuerdo con todo eso, hoy creo que debo responder desde otra urgencia. ¿La cultura, primera necesidad? En este tiempo de soledad, miedo e insoportables cifras que jamás olvidaremos, nos hemos observado de balcón a balcón de una forma distinta. Internet ha demostrado su reinado: gracias a la pantalla algunos (no todos) hemos podido trabajar, ver a los nuestros, hacer gimnasia y preguntar asuntos de pronto imprescindibles. Pero a la vez hemos salido a la ventana (hemos necesitado salir a la ventana) para estar juntos. Mientras aprendíamos de golpe a mantener esa crucial distancia de seguridad de la que ahora tanto dependemos, vimos lo mucho que necesitamos también esa cercanía con la que seguir teniendo ganas de seguir. Esa crucial y nueva cercanía de seguridad.
Como tantos compañeros, salí a cantar al balcón la primera tarde de confinamiento: otra forma más de saludar a la calle y dar las gracias a los que nos cuidaban, a la tienda de la esquina y la farmacia, a los que intentaban trabajar en sus casas y a los que no podían porque sus gremios cerraban sin saber hasta cuándo. Desde entonces y durante dos meses la respuesta de mis vecinos fue abrumadora: tantos rostros a los que nunca antes había visto saliendo a sus ventanas cada día a las 18;30, sonriendo, escuchando, aplaudiéndonos. Respirando y llevando juntos el compás, como un corazón. Cuando dudé me llamaron, a la hora precisa y por mi nombre. “Ese momento del balcón es ahora nuestra vacuna”, me escribió uno de ellos, al que aún no conozco. En una casa sirvió de despedida al padre. Tres niños magos celebraron las canciones con globos y una pancarta. Y se organizaron para conseguir que la fuente de la plaza parase diez minutos cada tarde y así la voz llegara mejor a más ventanas. Cuidamos todos de nuestro pequeño gran teatro.
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Laia Falcón. Nanas


Laia Falcón con Alberto Rosado.
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Sobre el libro de Ópera de Laia Falcón. STVDIVM. Revista de Humanidades,

STVDIVM. Revista de Humanidades, 21 (2015) ISSN: 1137-8417, pp. 327-331
STVDIVM 21 (2015)
Stvdivm. Revista de Humanidades
Zaragoza: Prensas de la Universidad de Zaragoza
Universidad de Zaragoza. ISSN: 1137-8417
RESEÑAS / REVIEWS
Dr. Alfonso COLORADO


Universitat Pompeu Fabra, Barcelona

UNA NUEVA ENTONACIÓN: LA HISTORIA
DE LA ÓPERA EN CASTELLANO

A Different Intonation: The History of Opera
in the Spanish Language
Historia de la ópera, de Gabriel Menéndez Torrellas. Madrid, Akal, 2013.
Col. Música. 512 páginas; y
 La ópera, voz, emoción y personaje, de Laia Falcón, Madrid, Alianza Música, 2014. Col. Bilbioteca Básica. 336 páginas.

Hasta hace unos años las historias de la ópera en castellano eran básicamente una consabida lista de compositores y obras, un mero recuento erudito.
Las más de las veces se trataba de la adaptación de obras señeras en otras lenguas, a las que se añadía un apéndice sobre la música en España y, a veces, en Hispanoamérica. De manera paralela a la emergente integración del repertorio español en el circuito internacional de la ópera (como la puesta en escena de La verbena de la paloma de Tomás Breton/Ricardo de la Vega en el Hebbel Theater de Berlin en 2002, distribuida en DVD por DECCA) ahora se escriben historias de la ópera desde una perspectiva nueva.
De autores entendidos e independientes, ya no son una imitación o una refundición de sus congéneres extranjeras; este panorama parece haber quedado definitivamente atrás.
La Historia de la ópera del académico español Gabriel Menéndez Torrellas no es sólo una historia propiamente dicha sino un ensayo de historia cultural en sentido amplio, una historia política y social de Europa así como una historia del arte y del pensamiento, todo, a través de la
ópera.
Los capítulos del libro se centran en diversas épocas y lugares que han constituido un hito en la historia de la ópera. Si bien hay un recuento de características formales de los diversos subgéneros, estilos y escuelas, también hay un amplio espacio para cuestiones sociales y políticas. Por ello se cuenta con detalle el progresivo control teatral y operístico impuesto en
Francia durante la Revolución y hasta el cénit del Imperio napoleónico.
Este libro evita las manidas listas de compositores y obras y en vez de ello elabora breves y sustanciosas monografías de varias óperas, que funcionan como una auténtica introducción a estas óperas y como una guía de su audición.
Esta Historia de la ópera debería llamarse en realidad «nueva historia de la ópera» porque incorpora los resultados de investigaciones en las últimas décadas que modifican los lugares comunes que numerosos manuales repiten. El autor deja claro desde el inicio que son insostenibles: […] los prejuicios y proyecciones del siglo XX: aseveraciones de la índole «Gluck revolucionó la ópera» (cuando en el siglo XVIII no existe «la ópera» como tal, sino como una multiplicidad de géneros y estilos con planteamientos y propósitos enteramente diferentes, y como si entonces fuese siquiera concebible que un único compositor pudiese tener un impacto a escala semejante)... [que] «Rossini, Bellini y Donizetti suponen el apogeo del bel canto» (como si no existiesen diferencias esenciales en el estilo vocal de cada uno de ellos como para subsimirlos bajo un mismo concepto, que por lo demás casi nunca se define de manera concreta)… […] o que Wagner invento la «obra de arte total», la unión de todas las artes (una idea en sí tan trivial que resulta casi irrisorio atribuírsela a un pensador como Wagner, que dedicó muchas más páginas a reflexionar sobre la ópera que a sus propias composiciones, y que no explica en absoluto en qué sentido es Das Rheingold una «obra de arte total» y no lo es ya cualquier ópera de Lully del siglo XVII) (p. 10)
Estas precisiones pueden hacerse extensivas incluso a manuales prestigiados, algunos escritos en otras lenguas. En vez de su repetición mecánica el autor se involucra en la polémica que la escritura de toda historia implica, formula juicios, argumenta, toma postura. Esta historia de la ópera, que abarca desde el nacimiento del género hace cuatro siglos hasta el año 2000, está escrita desde la perspectiva del siglo XXI, donde hay unaserie de supuestos imprescindibles en la consideración del género. Véase un ejemplo.

Uno de los aspectos donde más se nota el cambio es que las historias de la ópera privilegiaban el arco que va del clasicismo dieciochesco a la primera mitad del siglo XX. Lo que quedaba fuera de éste —la ópera renacentista y barroca, la ópera contemporánea— eran capítulos breves, pinceladas,
mientras que el bel canto o la ópera verdiana y wagneriana eran considerados medulares. Menéndez Torrellas desarrolla con similar amplitud y profundidad los diversos estadios históricos de la ópera, ya no hay un período, lugar o compositor que detente el centro absoluto. La ópera es un vasto océano histórico con obras imprescindibles en cada uno de los mares que lo componen, una hidra de cien cabezas; su tronco, una fuerza incesante cuya historia es mucho más que unas pocas obras señeras. En otras palabras, este libro no es una historia de «la» ópera sino una visión de la ópera desde una perspectiva historiográfica estricta: crítica y múltiple. Por ello, sistemáticamente el libro resalta cómo veían los contemporáneos las obras y no solamente como se ven ahora. Nuestro gusto es uno más entre muchos, y cambiará.
A pesar de su diversidad y erudición bien disimulada (el autor, doctor en estética y filosofía, formado en Alemania, es un ensayista y traductor), este libro tiene un centro: la experiencia personal de un escuchante apasionado de la ópera que, continuamente, la conecta con diversos aspectos
de la realidad. Es decir, el libro es también el testimonio de una dilatada y meditada convivencia con el género. Lo único de lamentar en esta publicación es el menudo tamaño que la letra, que a veces hace cansada la lectura. 

Por su parte, La ópera, voz, emoción y personaje de Laia Falcón se distingue, en primer lugar, por su carácter narrativo: es una especie de largo cuento, o de novela breve, sobre ese género teatral y musical. En vez de seguir un camino en el que se repase de manera sistemática los períodos o las obras, la autora recurre a material diverso (lo mismo chispeantes anécdotas que digresiones artísticas o que una interesante reflexión) con el fin de mantener el interés del lector. La autora es una especie de Sherezade que imbrica numerosos relatos en uno solo. Por ello no es de extrañar que este libro sea asimismo un ejercicio de escritura con intenciones literarias y ensayísticas, lo que a veces recarga la redacción, alguna vez hiperbólica, pero siempre expresiva y clara.La dispersión (o variedad) del libro ayuda a que el lector tenga una idea de la amplia relación de la ópera con la historia del arte, pero sobre todo, con la vida misma, con los dilemas personales, las alegrías y angustias cotidianasde cualquier persona. Esta obra se plantea como objetivo, y lo cumple, mostrar el antiguo género de la ópera como algo vivo y actual. Y demuestra que el pasado no es algo lejano y ajeno sino que comparte mucho con el presente. Esta preocupación por crear esa cercanía con la ópera, por mostrar su trasfondo como algo familiar, permea otros aspectos del libro. Cuando trata cuestiones formales o técnicas, la autora evita dejar todo a cargo de los términos especializados y explica hábilmente y de manera sencilla el tema. Así, cuando aborda óperas alejadas del gusto más común del gran público, como el Wozzeck (1925) de Alban Berg, señala:
"Al trenzar estos dos mundos expresivos —la libertad atonal y la herenciapostromántica— Berg encontró un nuevo código con el que mostrar la raracotidianeidad que había visto germinar durante la guerra […] para retratar elabuso, la mezquindad y la locura, Berg buscó la complicidad de lo atonal y unared de líneas vocales abruptas y extremas: punzantes combinaciones de notascon las que trazó hoscas caricaturas del grito, del escupitajo, de la desesperación.Por contraste, los fugaces pero esenciales momentos de ternura y calidezfueron tejidos con un terciopelo tonal casi romántico. (p. 244)"
Esta forma de abordar el tema lo simplifica sin deformarlo y así despierta el interés del lector no especializado (y algo dirá también al conocedor).
El libro de Falcón abarca también desde los inicios de la ópera hasta la más estricta contemporaneidad. Ahora bien, si el libro de Menéndez Torrellas trata con olímpica imparcialidad todas las óperas, Falcón no puede disimular su contagiosa pasión por algunas. Lo destacado es que no sólo son Carmen o las de Verdi y Wagner sino también otras «difíciles» como Pelleas et Melisande (1902) de Debussy o Erwartung (1909, estrenada en 1924) de Schönberg, de las cuales traza una semblanza pertinente e interesante.
Destaca también el cuidado de la autora en explicar todo lo relacionado con la voz, desde las tesituras, los diversos métodos didácticos del canto y, sobre todo, la exposición de importantes roles operísticos desde la perspectiva del intérprete. Y no es de extrañar, porque la autora, además de ser una investigadora académica, es una cantante española de ópera de proyección internacional.
Ambos libros, aunque muy diversos, se complementan. La obra de Falcón privilegia la historia de la ópera en tanto unidad, mientras que la de Menéndez Torrrellas realza la inmensa variedad de la ópera a lo largo de su historia, su condición de corriente política y social no menos que cultural
y artística. Si el primer libro es una vibrante introducción, multifacética y personalísima, el segundo presenta un marco general —agudo, equilibrado y preciso— de la historia de la ópera.
Actualmente es común la fama de cantantes y directores de orquesta cuya lengua es el castellano, ya españoles o hispanoamericanos. Dentro de no mucho tiempo habrá también musicólogos, historiadores, críticos, teóricos.
Las bases han comenzado a edificarse, y no por nuevas son menos
firmes: ya tienen una voz propia.
Alfonso COLORADO*
Doctor en Historia. 
Correo electrónico: alfonso.colorado@gmail.com. 
Fecha de recepción

de la reseña: 26 de junio de 2015. 
Fecha de aceptación: 2 de septiembre de 2015.


Universitat Pompeu Fabra, Barcelona





















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Desde el verano de 2017 hasta 2018

Antes del formidable encuentro con el profesor Tom Krause, barítono con influencias del director Karajan, Laia Falcón y otros colegas actuaron para la presidenta de la Fundación Toscanini, encargada de continuar al director, invitada por George Chaminé, barítono y profesor de canto. Tereza Berganza como profesora en relación con ambos.

He visto marineros pintando el barco en tierra, bomberos curándose quemaduras tras el incendio del bosque, sanitarios y profesores reivindicando salud y escuela públicas por las calles, un gran director de orquesta peleando por la subsistencia de la banda municipal de Madrid, en El Retiro, (explicando cara a cara la situación) o colaborando con una compositora para su actuación como cantante en la AIE, o moviendo un premio de Cultura un día que también Laia Falcón, por excelente docente, y el violinista Bustamante, con otros, lo recibieron, y así desde que los abonados al Teatro Real, como la reina Sofía con sus hijos iban, le veíamos dirigir la orquesta de Rtve, un domingo, sí, y otro, si Odón, o un director invitado, entonces, no ... ¡Bravo! …
De ira y vuelta. De la ira, cólera, cabreo, rabia ... no se suele medir la vuelta, lo que retorna. Precisamente por arrancar y poner en marcha mecanismos primitivos, al tiempo que desconecta lo más evolucionado del cerebro, no suele tener en cuenta el billete de vuelta: ni la historia, ni las consecuencias futuras, ni las sincronías a la izquierda o a la derecha, ni por arriba o por abajo; lanzados por la ira no importan las dimensiones. Y ahí está, a un paso, al lado de la pasión necesaria para defender la obra, la raza, para dar un salto al frente, para defender a los más débiles o a lo que nos necesite de un golpe. De un puñetazo en la mesa: curar heridas, reordenar las fichas, amar con ganas y seguir la partida. Sin confundirse de camiseta que, como dicen los que cobran millones de euros, queda mucha liga, de ida y vuelta, por delante. ¡Ojalá! De ira y vuelta.













A desbravar tocan.
Todas las campanas del mundo, monjes y pastores, cada muecín desde todos los alminares del mundo, todas las veces del día, los monárquicos se llaman a estar cerca del rey, los de República se hacen eco de que las instituciones llaman a la manifestación pública, cada persona con bonhomía pone las alarmas de sus teléfonos, todo quisque que quiere vivir en paz conduce su pasión hacia un rotundo lalalá لا! لا! لا! Un larga distancia ¡no, no, no! al terror. La paz es grande. Grande de todo lo grande. Barcelona sin miedo, con pasión, sin ira.

Parecía que ya era dueño de su tiempo y creía que era bueno romper la monotonía. Trabajó duro y consiguió con qué pagar gastos y robos, así que ya no cambiaba su tiempo más que por aquello que de verdad valía la pena. Y variaba para no aburrirse: café, meditar, caminar, leer; leer, caminar, café, meditar; meditar, leer, caminar, café; etc. Con otros detalles, todo eso a primera hora del día, cuando la mayoría dormía, después se encargaban unos y otros de que volviera a entrar en harinas. Hay que defender el tiempo, valor más escaso que otros.

Con casi todo el pescado vendido, parece que España tiene más del doble de multimillonarios que en el periodo anterior a la crisis, Liechtenstein, 0 - España, 8, (¿cuándo nos echamos un Banqueros contra Corruptos?, el que pierde paga), los damnificados asiáticos son más y mucho peor tratados que los de USA que legisla contra los “sin papeles” —tú con nosotros no vengas—, hemos sobrevivido a la crisis del nacimiento, a las de la infancia, algunos a las de la adolescencia, otros viven a pesar de las crisis de la vida adulta y madura, ¿convendría que los inevitables proyectos se pudiesen quedar a medias?, viejo … Augurio di godervi la vita finché c'è.















Cuando después de predicar con cara de bondad, no solo no va a dar el justo trigo, sino que, como si fuera pederasta, ¡bandidaje extremo!, abusa, una y otra vez abusa, exigiendo niños, fe, ingenuidad, eso pedía a gritos una palabra para entender su jugada y darle respuesta: bondadaje.
Además de producir la peste, azote de la humanidad, por soplar mientras mordía se hizo famosa la rata. Pero lo mismo que las putas no les reconocen como hijos, las ratas, ni siquiera las de alcantarillas, tampoco quieren que se le asocie con los figuras del bondadaje.
Puede usar el dizfraz de cordero, la cosmética televisiva, la táctica del carnero, el cinismo entrenado, todas las subvenciones y banderas, le son útiles desde los modales del Tartufo de Marsillac hasta la más humilde apariencia de un santo monje de clausura, todo le vale a la mona para vestirse de seda: el bondadaje.


Al empezar el curso hace cuarenta y nueve años, no tenía ni la menor idea de lo que me iba a pasar desde octubre hasta junio, (o septiembre si se daba mal la cosa); quizá me hubiera preparado para que al año siguiente, cuando emigrase hasta la universidad de La Laguna, hubiera podido vivir mejor con todos aquellos condiscípulos, coetáneos más o menos, que allí encontré: desde a un Juan Cruz, (de cuyo gran poder mil dos escritores, —el leyó a muchos más, creo—, y un novelista catalán, aquel que falleció en Tailandia, hablan magnificencias, excelencias y majestades) y el profesor valenciano (que cedió por matrimonio su apellido, Ferrero, a la que casi fue Jefa de Estado de Austria), hasta otros tantos magníficos padres, director de orquesta, políticos, poetas, gestores, conferenciantes, teatreros, periodistas, lectores, profesores, investigadores, profesionales de la ayuda y la conciencia, autores, millonarios, poseedoras de enamorables maravillas diversas, ¡risas y sonrisas lo mejor!, jubilados varios ... y al que más he tenido que tratar y aguantar. A todos, creo, queriendo ser mejores personas, les hubiera tratado como se merecían. La próxima vez lo haré mejor; este año es que ya tengo los libros que me han dejado. Si acaso una libreta o un facebook en blanco.
El pimentón, la paprika, los pimientos, los caldos, la pasta con huevo, los chocolates, los quesos ahumados, los mazapanes, el hígado de faisán … nos hace saber de sus identidades, (todos distintos) y de la pertenencia a la misma comunidad de derechos (todos iguales) socios del mismo equipo la humanidad. Los odios y sus reverendos, el fantasma que siempre huele a podrido, nos recorre Europa: ¡Cuidado! Ya no se trata de unos uniformadillos que a la mar.




Puede ser que algunos tengan la esperanza de que al parecer (o estar), locos (o gilipollas), podrían dar el pego y ser considerados como genios creadores.
Quizá eso les lleve a intentar etiquetar a todo un humano completo, polidimensional y valioso, por alguno de sus posibles momentos de sufrimiento, o de desvío a los laterales de un campana de Gaus que retrate una media estadística, la mediocridad, la normopatía o la “normalidad” mental.
Hemos asistido a un Gardner precatedrático con su hincada de método en el melón de la música y desde entonces el asedio no cesa. De todo ello han resultado desde trabajos muy serios a pantallazos. Lucir melena como la de Beethoven —¡ni una sífilis!—, garantizan a nadie ni la inteligencia musical ni su productividad artística bajo sordera.


Puede que sea la provocación momento muy importante en la comunicación que una futura actriz debe conocer y controlar cuanto antes... pero sin mis gafas ... o con ellas rotas ... o con "dedos" de las real home cookies que le daban nuestras amables vecinas ... la visión sería menos clara ...
¿hasta qué punto deben los hijos mirar tras los cristales de su padre? ... ¿o pagar sus facturas? ... ¿cómo no va a contar haber cuidado de un psicodramatista y psicoanalista desde tan tierna edad a la hora de tratar, ya en la madurez, a algunas personalidades todavía muy neuróticas que, por ejemplo, para sobrevivir crean que por administrar presupuestos y subvenciones puedan dominar, chantajear, o intentar anular a otros?

¡Menos mal que Jose Orive Marrero, el del teatro nuestro de cada día, aún no le pudo haber contado que un tal Pablo Miguel Falcón Alonso (dice él que para desmarcar su obra de un posible toque paternalista, ñoño ... anidado en las "presentaciones" de Orlando Hernández, el autor y de José Luis Morales, el crítico de la revista Interview) dio señal de rompimiento, simplificando el gesto teatral y creando una atmósfera de cristales rotos a los pies de los espectadores ...! "Hijo de la Venganza" me parece que se tituló el espectáculo con actores (Rosi Curbelo), palabras, música (Pablo el de Pablofalcon Nieveszarzo y Pablo el de Pablo Miguel Falcón Alonso), danza, iluminación, … de aficionados a aficionados.


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¿Cómo salimos de esta?
—¡Distintos!
—¿Recuerda algo parecido?
—¡Sí!
—¿Qué pasó después?
—La Historia o la historia, quedó: más o menos, unos escribieron, recordaron, celebraron, contaron una, otros: otra. Cantaron cada uno lo suyo, su épica, su victoria. Sus hañagazas y hazañas, sus células muertas, fascias magulladas. Cambiaron, a veces, las cúspides, los protagonistas, los estilos, los uniformes, las fidelidades ... fortalecieron y permanecieron otras instituciones. Definieron y repartieron la túnica sagrada. Abel, cainizado. Caín, abelizado.
—¿Recomendaciones?
—No romper nunca el balón, no dar patadas, ducharse, recuperarse, curar heridas, decir que la verdadesque son cosas del fútbol, que queda mucha liga por delante, que lo importante es el próximo partido, que hay que controlar las enardecidas hinchadas ...



Tras el combate se tapaban los cadáveres, por imperativo legal de los dioses, en pugna con cadaverina y putrescina, necesitadas de publicidad para sus serviciosde mala reputación, el hedor, ponían el asunto de lo más atractivo para carroñeros que disputarán el botín: a por ellas el cóndor, buitres, águilas, halcones, brunoses, hienas, zarigüeyas de Virginia, demonios de Tasmania, coyotes, sílfidos, larvas de moscas azules, moscardas de la carne … Asemás son una buena oportunidad de negocio: fábricas de nailon, pomadas de uso tópico, hasta las mejores pelotas de golf, antiaging polifuncionales, inhibidor de la transglutaminasa, conservar frutas, pelear contra el cáncer. La vida sigue y, por suerte para todos, amanece otra vez.



Tras la muerte del hombre de Playboy y sus ejércitos, Hugh Hefner, ha seguido la del jefe supremo y heredero del imperio editor de Condé Nast: Vogue, GQ, Glamour, Architectural Digest, House & Garden, Wired, Condé Nast Traveller, Tatler, Vanity Fair … Mister Si, Samuel I. Newhouse Jr. Ninguno de los dos pudo ver lo que Al Jazeera, en su televisión, hizo público: un análisis de las estrategias de comunicación del gobierno del estado español y la de los promotores del uno de octubre y de la que te contaré morena. Un grupo de Londres que hacía estudios para planificar separaciones de esa índole, maniobras de negociación y otros informes (allí estaban presentando uno para el Consejo de Europa), hace algo más de veinte años, esperó alguna respuesta por mi parte acerca del que estaban trabajando. Me parece que le respondí hablándole de una lecturilla en un Reader's Digest en francés de los años sesenta en el que comentaban los paralelismos entre La Yugoslavia de Tito y la España de Franco y su fin.





















Decodificando
Ahora toda estos muchachos con las carreras estropeadas”. Nos quedamos perplejos en el mismo autobús en el que viajábamos y oímos a una vecina con una guerra civil y unos seis decenios ya vividos, resumiendo la noche que aún estaba sin terminar, refiriéndose al grupo de Guardia Civil que había tomado Las Cortes.
La televisión estos días es más entretenida” nos contestó la veterana académica rusa cuando le preguntamos por su vida durante la liquidación de la CCCR, la otra “vencedora” en la Segunda Guerra Mundial. “Molt meca, hemos venido andando por la orilla de la bahía desde El Sardinero hasta aquí, molt meca, molt meca, tu” dijo un colega a otro para que le oyera todo el grupo en un hueco que encontró entre el llanto del organizador —pionero hace unos cuarenta años casi en ese alto nivel de comunicabilidad lacrimosa desde un líder—y la lucha “cívica y pacífica” de una cierta colla que habían decidido pagar una sola inscripción al congreso alegando que ellos eran un col·lectiu.
Aquella Marcha Verde acabó con la “provincia hermana”, hasta la vista compañeros de aula infantil, que nos había asustado con la guerra de El Aaiún, Ahmed sin brazos por una mina. De por ahí cerca ya había sufrido que lo del Atlético Tetuán, colección de cromos y alineación memorizada con Azafrani incluído, pasara a otra liga.

Con Antonio Gala, el famoso autor, Salvat, el hombre de teatro y Méndez, el pintor y didacta, cuando lo del Quinto Centenario, junto con un veterano hispanista francés que nos ayudó a cargar, fuimos invitados a Caracas a recibir el baúl de “agradecimientos” por lo que no me quiero acordar si llamaron Genocidio del Imperio Español.


¡Bien que hablen varios idiomas! ¡Mejor que nos digan algo valioso en alguno!
¡Y mucho mejor que hagan algo que nos mejore la vida!
El cinismo tiene varias batallas ganadas frente a las respuestas brutales. Sus técnicas puestas en marcha por las necesidades de propaganda o de publicidad de las ciudades, naciones, empresas, ideas, productos varios ... se notan por todo el mundo. Y cuando los agentes o sus bandas no se los llevan a sus propios bolsillos reflejan las cantidades de dinero subvencionadas o invertidas en creatividad, inteligencia y otros recursos en la comunicación por prensa, radio, televisión, redes, teatrillos, teatros, conciertos y la cultura en general, pero también en manifestaciones callejeras, uniformes, banderas, eventos y otros mil facilitadores del mercadeo, la amenaza, la intimidación o el objetivo hacia el que se quieran destinar los esfuerzos.
A la hora del pan, de la verdad, de la lucha hacia adelante, conviene desnudar el cinismo y, exigiendo transparencia, ver el cuánto. Eso sería un paso hacia adelante. Dar hostias de un modo u otro, a gritos o a la callandita, me parece que sería retornar.












Receta.
Tómese unas emociones recién producidas, o unos buenos sentimientos lo más genuinos y puros que se pueda, y en un recipiente bien limpio y adecuado métalos en forma de palabras, músicas, dibujos o cualquier otra forma para con un pedacito de esa realidad bien cocinada, significar, simbolizar, recordar, hacer un monumento, cantar, filmar, digitalizar, comunicar, contar, planificar, bailar. Cuando en otro momento, o en otro sitio, se vea su medalla, su maqueta, su recordatorio, se podrá evocar todo lo sentido antes, como hicieron los de las pinturas rupestres, o cuando se reencontraron los guisantitos dejados por el bosque o visitamos los Grandes Almacenes de la Cultura.


Suiza
Suiza está en el medio. Entre el dinero pillado y el reinvertido, grandes robos incluídos, Suiza ofreció su opacidad y se metió enmedio. En el conflicto de Corea del Norte y USA, bravatas y bravatas, de un lado y del otro, el ministerio de asuntos exteriores suizo, parece haber prestado su servicios. Los de Guillermo Tell, su hijo y su manzana, los de la gran tragedia feliz, si es que eso tiene sentido, (la flecha dividió en dos partes la manzana, como cuando se le da un bocado pero fino, sin huellas), también ofrecen su cottage, para dar por hecho la existencia de dos partes en lo de Cataluña y entrometerse. Maduro ha visitado a Putin y Erdogan, ¿ofrecerá un ranchito caraqueño? ¿Una dacha? ¿Una cueva soterrada en la tierra de los bellos caballos? No es Europa pero está enmedio, la Federación Suiza.












Aquellas clases infantiles para irnos enterando del maravilloso mundo de la suma de vectores, tuvo su segunda vuelta cuando Lewin diseñó y nos enseñó su teoría de la personalidad, tan explicativa de lo que pasa en el campo de los grupos humanos. Hay que contar con la fuerza de un componente, ¡claro!, pero también, con su dirección, su sentido, su origen, las otras fuerzas y sobre todo, algo en lo que siempre se insiste menos de lo necesario, en su punto y momento de aplicación. En los grandes asuntos negociables de la política, la economía, la sociedad o a la hora de clavar un clavo o machacar adecuadamente unos ajos. Una buena piedra, mi buena piedra, irregular como la naturaleza misma, hermosamente multivectorial, curvas sinuosas, aristas y oquedades, con ayuda de algo de sal, machaca que es un primor. Para bien.
La imagen puede contener: comida




¿Cuál es el animal que come con el rabo?
Después de repasar de los bichos y anatomías posibles el uso para dar entrada en su sistema de aquello que le pueda alimentar, uno puede terminar fatigado.
Cada identidad se ha hecho y se hace su propio librillo del que es máximo maestrillo, custodio y defensor. ¿Quién va a ser más Juan que Juan, más independiente que un independiente, más unionista que un unionista? Los hay más papistas que el papa, es decir que van más lejos en los asuntos y cuidados de la identidad que sus propios y genuinos dueños. Entonces hay conflicto.
¡A veces el guión preescrito les obliga!, y se lanzan a provocar y liderar el descontento de las masas para hacer su operación de deshaucio y ocupación del poder. Esto vuelve a estar de moda. ¡Ojalá que ni un mártir, ni un muerto, ni un país destrozado!
Ninguno de los que tienen rabo que puede ser poder, dinero, ideología … pues los omnívoros comen de todos, ninguno, se lo quita para zampar.


Dicen que dicen que dijo, se desdijo y volvió a decir.
Se deja la semilla y para que no le dé la luz se tapa; para eso y para que parezca que aquí no ha pasado nada y para que no se la coman los pájaros; pasado un tiempo se verá su desarrollo y si es humana y no hay desastres, en unos nueve meses ya estará la criatura. Como en las novelas del Lejano Oeste y las del Lejano Este, el sol y el aire del desierto harán el resto. Pero esto no es una película, el reality show, de todos es sabido, se puede ir de las manos. Y llegar a las manos. Plantando en otoño sus bulbos, por enero o febrero, casi seguro, veremos tulipanes. En franjas: rojos y amarillos o rojos, amarillos y rojos.






Se puede ser muy sensible y tener capacidad para convertir en protagonista lo que se decide que así sea ... Los artistas, los creativos … suelen tener buenos sensores repartidos por la cara para ver, oler, oír, saborear … por por toda la piel para tocar, distinguir temperaturas, asperezas, sinuosidades ..., y por toda el alma para detectar odios, amores, bienestar, alertas, emociones propios y extrañas, negocios … pero también tienen y entrenan aparatos para ver y graduar la intensidad de los estímulos que podrían pasar o no a ocupar sus atenciones, sus pantallas, sus escenarios de conciencia … así como están dotados y ejercitan vías para producir, alterar, jugar ... con toda la realidad. ¿Puede el aroma de la flor de la fruta de pasión desatarle unas lágrimas de placer? ¿Puede que el que Cataluña tome de Estonia su experiencia informática en organizar de la nada un Estado hacerle llorar en la esquina de un domingo por la tarde? Depende del grado de libertad, de poder, del estado del proceso, de la madurez, la fortaleza … pero no solo de su sensibilidad.


A algunos les gusta jugar con fuego y muere gente: con las parabelum, aquellos; con los movimientos de masas y medios, este; quemando monte, oeste. Entre catástrofes anda el juego. Duele. Duele. Duele. Conduele.
























¡Alarma! ¡Alarma! ¡Al alba! ¡Alarma! ¿Al arma, a qué arma? Todo lo que vive, para atacar o defender, tiene armas. También para recordar, celebrar, jugar, hablar.
Unos especializan púas por su superficie, otros por su cuerpo producen tintas, garras o gran velocidad y altos vuelos —un buitre leonado me pasó rozando el fuselaje del jet y casi me pinta una rosa en un ojo— o unas pieles como las de los elefantes que les pueden endurecer la cara tanto como a la de algún político.
Para interrumpir la trayectoria del otro ser, hasta su muerte, o para doblegar al ladrón y esconderle la libertad, o que no te metan un gol o meterlo, los seres humanos, como tan bien Verne nos pintó en la infancia, vienen fabricando escudos y proyectiles desde una piedra a un misil transplanetario, desde una almena a un escudo nuclear.
Organizar un comando terrorista, de uno (con un cuchillo o un camión) o tres o cuatro (con probetas infectantes del aire o el agua de la ciudad), o meter siete millones en las carreteras, (según organizadores, cinco o seis, según los contrarios), puede desvíar las trayectorias de lo relatado, lo que se cuenta, y las del asunto, lo que cuenta.
Y eso es otra comunicación.
¡Al alba! ¡Al alba! ¡Al alba! ¡Alarma!


Te veo con las gafas y tus historias a punto de resbalar y caerme encima, mirando dos o más veces en cada golpe de vista, pareciera que te entra el espíritu de brujas y chamanes, como si quisieras más que lo que te puedo dar, con las vehemencias desreprimidas de reverendos padres y frailes cocineros saltando fuera del convento, del barco, del batallón, de su libros y librillos. Sé que al principio, antes de entrar en faena, has limpiado de impurezas tus almas y manos y has empezado a lanzarme, acariciando, todo lo que ordenadamente habías imaginado, puesto y tratado. Te gustaría haber ido a tu propio huerto y cortar a la hora apropiada hortalizas y yerbas, obedeciendo a la luna y sus mareas, formateándolas como un chino para darles el baño a toda su superficie posible o el protagonista que tu eliges, sin olvidarte de los antagonistas y corifeos, sabiendo que el ruido por un lado o el silencio oportuno facilitarán el desarrollo de toda tu obra. Las canes , huesos, espinas, ¡Ay! Hirviendo me dejas en la oscuridad para dar luz.











¿Algo de calma y sosiego? Lo que no se ve también existe.
El día empieza colaborando, oscuro, oscuro en diez acepciones, oscuro oscuro, apropiado escenario para expectantes, para actores y público en general ...
Demasiado norte, me parece y el sureste es eso que no se ve ...
Mimar masas es como criar cuervos que dicen te sacarán los ojos.
Como poco, en democracia, un derecho conlleva responsabilidad pero no es un deber, no obliga: muchas parejas unidas fueron a votar a favor de la ley de divorcio y siguen votando juntas apoyando otros derechos que jamás usarán, porque son para otros, otras y varios. El deber conlleva autoridad, responsabilidad y también tiene que ver con el derecho, lo hace posible, pero es otra cosa. Dejar toda la autoridad a unas personas en situación de masa no es lo mismo que dar representación a una asamblea parlamentaria o ciudadana, desastres económicos aparte. Aparte pero no muy lejos.
Lo que no se ve también existe. ¿Algo de calma y sosiego?








Bravo, bravo, bravo. Tantos años tratando de ver la secreta reunión de las rectas paralelas y hoy, apenas amanecer, al fin, aparece el lugar de encuentro de esa y tantas otras maravillas en lugar bien visible: el infinito. ¡Ojalá! Pero eso es de película. La realidad noticiable empezará enseguida.


Laia Falcón. Desdemona.
Salice aria. Otello. Verdi
Riccardo Bini, piano
Ópera fílmica, 2015
D. Gonzales-Forester, directora
Museo Reina Sofía



Escalopines amontonados sobre un caldoso arroz basmati que nadó en un caldo de pescado, apio, pimientos …
La crema de pimientos del tubo, la Hellman's de su botella manguera haciendo fraciosas unas rodajitas de tomate con finas yerbas, espárragos al vapor unas lechugas ...
A Gorbachov, a toro pasado, invitado al capítulo español del Club de Roma, le preguntaron desde una silla próxima, por cómo había pasado aquellos días del cierre de la CCCR, era impresionante estar tan cerca de un protagonista de la Historia con Mayúsculas dando una respuesta, mutatis mutandi, muy parecida a la que en familia, en otro momento pero del mismo momento, nos dio una excelente persona, lingüista, veterana académica de la Unión Soviética: “la televisión resultaba más entretenida aquellos días”. Esa fue su historia, con minúsculas.
¡Ya me gustaría tener altura suficiente para responder así a las que me hace otra excelente persona, muy querida amiga y catedrática usaíta! What is your view of the issue in Barcelona? Is it really a large majority of Barcelonians that want to leave Spain? Quizá se esté adelantando y ya pregunta por una futura separación de poder dentro de Cataluña, allá por la Costa Brava, Caín y Abel, por donde siempre amanece antes en Iberia, do levantiscos levantinos de norte.
Son preguntas de diferente calado pero todas de difícil respuesta, como cuando hace cincuenta años me preguntaban un sueco y su alta dosis de alcohol libre de impuestos, ¿por qué no hay corridas de toros en Maspalomas?




Para meterse en el papel que está haciendo el honorable, como poco y para empezar, haría falta desvestirse de todas las respuestas automáticas que nos sacarían de quicio, del quicio, de ese quicio. Acto siguiente, despejado el flequillo y para ver claro, habría que optar por el color del cristal con que se mire.
Si se usaran las de ver de cerca, las de ver lo más inmediato, con el vértigo del poder y las emociones que le acompañan se podrían romper las mismísimas gafas y dejarnos ciegos. Aunque por estos lares, dicen, son los ciegos lo que más claro parecen verlo todo y quizá por eso recomiendan: “cierra los ojos y lánzate” “en un segundo, ya está”, “¿blanco o negro? ¿ahora o nunca?”, “ciegos de coñac con una ametralladora en la mano, al amanecer tendrán ganas de irse a casa” (esto le dijo un psicólogo a los subsecretarios, cuando nuestro 23-F, consultado por el gabinete de crisis); coñac (o brandy) (o lo que se tercie) para dejar ciego, sin conciencia. Dormido.
Si se usan las gafas de lejos y si la visión fuera miope, aguerrida sin ejército convencional, heroica, martirizante, valiente por cuenta ajena, iniciará el camino a la celebridad que le llevará en futuras diadas a recibir honores ya convertido en estatua si no de sal, pues de esos plásticos antivandalismos con apariencia de mármol o bronce. Si la visión está bien ajustada quizá se verá a sí mismo con un glorioso “vamos a terminar la fiesta en paz”.
Repertorio de la maquinita de acompañamientos


¡Qué distinto dicen las palabras equilibrio, circo, o veinte y seis de octubre de dos mil diecisiete, hablando de Pinito del Oro que de Barcelona! Dichas de nuestra maravillosa artista o de las vicisitudes que nos llegaron de nuestra también querida Barcelona. Dos amores que han muerto, de aquel modo han muerto y ahora obligan a otra comprensión, a entender su otra forma de estar.
Primero: el dolor. Después: la reflexión sobre la nueva situación, los preparativos, el papeleo, el proyecto ... y más adelante, sin olvido: la historia, la ciencia, la didáctica, el arte ...
Lo mismo que a la reunión complice la suele dulcificar un razonable “me cachis que guapos somos, cuanto nos queremos”, la angustia suele acompañar a la división, a los dos amores, sobre todo cuando son paralelos y nos obligan a elegir. Hay que valorar, ordenar, priorizar ...
A la resaca posterior a la fiesta, cuentan los que en eso son peritos que cuanto antes se le pongan los remedios, mejor. En los funerales, inventados para señalar lo que ya no va a ser del mismo modo, se comparte el dolor. Es lo normal. Hay quien llora, hay quien insulta, hay quien mata. Hay quien cuenta chistes: (con acento catalán. Ele glótica, seriedad extrema) Sabéis aquel que dui? Sabéis aquel que diu? Hay quien usa a Shakespeare. Desde niño me impresionó, me sedujo, el papel del marido de Pinito, que no sale en los carteles, atento a quien se juega la vida en el trapecio. A veces, se la salvan. A veces, no.
Desde transmitir su propia vida a un nuevo ser o hacer la maniobra de Epley para restablecer la sensación de equilibrio y dejar de sufrir ciertos vértigos o hacer la digestión, el cuerpo que somos, mientras sigue viviendo, no para de hacer, hacer y hacer. Intensificar algunas de esas acciones, ensanchando límites, mejorándolas, las puede preparar para seguirle un buen curso a la vida. El dolor, asunto de la conciencia, nos avisa de que algo está al límite o que está mal. Se pueden desconectar los semáforos o tenerlos de adorno como la ciudad de El Cairo en algunos tramos, pero el mal seguiría estando aunque, como cuando interviene el buen anestesista, no notásemos las incidencias. Incomodar adecuadamente, poner en movimiento, hacer algunos ejercicios, nos puede ayudar a evitar dolores y fronteras futuras. Una persona bien educada físicamente se ayuda. http://www.sermef-ejercicios.org/












Si caen y tratan bien, quizá bien le traten y si le echaran miel a las hojuelas puede que hasta les contraten. Cama y comida gratis, más plátanos y perras para el cine, algunos premios y reconocimientos, atraen voluntades, plumas, comunicadores, artistas ... que por ejercer de estómagos agradecidos o simplemente sentirse bien acogidos, queridos, por la institución donante, podrían ser convertidos en suculenta fuente de subvenciones, o rentable sustitución de profesionales y prebendas varias; además le irán creando a la causa, a la empresa o al chiringuito, su futuro incondicional perfecto; o imperfecto si le salen rana. Caza-subvenciones y caza-talentos, incluso intercambian sus cromos o se chantajean mutuamente, enredan, hacen redes, lían y van tirando.


Las gentes formadas para oposiciones de derecho tienden a reproducir su mundo de leyes y procedimientos. Las formadas en comunicación: agentes para las noticias, para lo raro.


¿Qué relación podría tener que el Dr Andrew Dowling haya convivido en la Faber Residency donde ofrecen cama y desayuno a artisdtas y comunicadores con cargos a la Generalitat y al Ayuntamiento de Olot, con el artículo firmado por Jill Lawless para AP que titulan sobre la Pro-Independence Catalans: 'I've never felt Spanish'?
https://www.apnews.com/bc5d2f12b49345e1950a2011c4b23f21/Pro-independence-Catalans:-'I've-never-felt-Spanish'
Cuando descubrieron los reflejos de los cristales en los escaparates se rieron de ellos mismos, contó un superviviente, uno de los protagonistas de la Historia de los niños de Tuam. The Lost Children of Tuam. Un relato que tiene muchos asideros para que cualquier nacido, —¡todo nacido, ya es un buen nacido!—, para que cualquier humano, tenga donde engancharse. Escarbar la tierra convertida en tumba colectiva en un entorno miserable para tantos hijos de madres “solteras” —¿qué madre no es un poco soltera, qué madre no se ha casado aunque sea un ratito?— cuando además vivían en soledad y pobreza nos devuelve las uñas negras y una imagen que no es para reirse de ella. Es para llorarla. Algunas ideas llevan a la guerra, a la pobreza, al abuso, quizá habría que pensar en sus consecuencias al parirlas.


Amanece, amanece. Ya estamos dando otra vuelta; otro paseo por el universo que nos separa de ayer y nos empuja hacia nuevas solidaridades, besos, aromas, músicas, colores, bellezas mil … pero también a todos los peajes y malditas barreras, a todos los tajos y metas, amenazas, pobrezas, abusos, guerras … En el café con cardamomo, bien diluidas, un par de cucharaditas: amanece, amanece.


En un buen rato he logrado en muy buena compañía volver a Pittsburgh casi cincuenta años más tarde, ir humilde a aquel teatro de aquellos años y viajar al futuro hasta oír una ópera con el espíritu musical de Porgy and Bess, de Un Tranvía llamado deseo, del inglés hablado y cantado en los entonces llamados barrios bajos para negros en un camión de basuras, algo del Peter Grimes de Britten, del Black Max de Bolcom. Una valla, un muro, una tapia, una reja se ve distinta de fuera que de dentro. Fence es un puente desde el cine con Denzel Washington y el resto de la compañía, hasta la premiada obra de teatro de August Willson. Dolorosas, duras, algo violentas dos horas para echarle algo de arte a la mentira, a la postverdad cínica, a la crueldad de individuos disparando contra la masa su particular camioneta de basura, ametralladoras preparadas para conseguir más muerte por segundo, o diseños de política real ficción masas a las barricadas líderes al candelero. Siempre anunciada vía juicio final, con su trompeta de vida y mente destrozada, de combatientes rotos, civiles y militares, la muerte tiene muchos nombres.
Pittsburgh Cycle









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Un estudio científico puede ofrecer los datos y sus relaciones matemáticas y en general todas las condiciones para que otro grupo de científicos pueda contratar, verificar, replicar, integrar, analizar, reproducir … los análisis.
Un meta-análisis trata varios estudios como por ejemplo cuando se tomaron los estudios hechos por MEDLINE, EMBASE, Current Contents, BIOSIS, PubMed, the Cochrane Library, National Institutes of Health Clinical Trials, and Australian New Zealand Clinical Trials Registry sobre una hormona incretina, la GLP-1, que colabora con el páncreas en su función de aportar insulina tras las comidas, alargando el efecto hasta durante diez horas mientras la producción sin ellas es de una media hora para que colabore conque la glucosa esté proporcionada y no haga daños a veces irreparables. La exanatida y la liraglutida son dos medicamentos que hacen algo parecido a la GLP-1 y que podrían acompañar a la estrella actual del tratamiento de la diabetes 2: la metformina que con los ejercicios y el control de la comida con azúcar son de recomendación generalizada. Un producto comercializado son las inyecciones de “semaglutide” que hasta rebajan peso y moderan la acción negativa de la glucosa desproporcionada.
Han presentado un estudio hecho con unas 1,100 personas con diabetes tipo 2, reclutadas de 100 centros en 14 países de todo el mundo al que ha respondido una investigadora británica, Melanie Davies, corroborando los optimistas resultados de los laboratorios Novo Nordisk de Dinamarca de los que se espera la aparición en el mercado de una pastilla con una acción que no irrite al páncreas y pueda sustituir esos pinchazos.


Distancia. Condenar. Disonancia. Negación. Identidad.
Social. Apoyo. Sencillo. Señal. Historia.
Idolatria imagen y pago, el culto.  Baal, a Astarot, a Moloch, a los astros  dulía, o veneración a los santos, y
altivez {f}soberbia {f}egolatría {f}fatuidad {f},envanecimientoorgullo {m}endiosamiento
Significado: engreimiento [n]

3
vanidad {f}egolatría {f}afeminamiento {m},afectación {f}narcisismo {m}
Significado: presunción [n]

2

1
Significado: egocentrismo [n]
egoísmo {m}individualismo {m},narcisismo {m}vanidad {f},egolatría {f}






egocentrismo, egoísmo, individualismo, narcisismo, vanidad

Miramamolín era muy famoso en toda la cristiandad.
Viniendo de donde se viene, ¡algo tan mínimo!, lo que respiramos, bebemos, comemos, dicen, es lo que vamos a seguir siendo; pero parece que la necesidad de defensa no es de lo menos urgente: muro o puente para lo que vaya a entrar o no.
Y lo que quede fuera, agua que no has de beber y que va a seguir corriendo, habrá de ser cuidado y defendido; para una próxima vez o para otros: comida que no vas a comer, aire que no vas a meter todo junto en tus pulmones, tienen que seguir siendo útiles.
¿Doloroso no será cerrar muro y portón y perder la llave? Habrá que seguir hablando, intercambiando apoyos, reconociendo que aunque no se pueda todo, algo sí se podrá. Y para marcarlo, a veces si no te lo dan por escrito es que hay engaño, para hacerlo tan célebre como Miramamolín ¿qué menos que hacer del asunto una historia que pudiera ser cantada?







Hay movimientos que hacemos sin darnos cuenta, que nos parecen muy simples y que cuando, por alguna razón o sinrazón, tratamos de explicarlos, aparecen como complejos y difíciles. Y que cuando falla el cuerpo entonces puede ser hasta imposible hacer esos movimientos.
Es normal que un pintor tome distancia de lo que está pintando sobre un lienzo alejándose unos pasos. O yéndose al bar de la esquina a tomar un café antes de volver en un rato al asunto que trata.
Parece fácil hablar del mar sin mojarse, pero a veces el mar, el problema a resolver, nos atrapa y ya no damos pie con bola: es el momento de tomar distancia para alejarnos.
Otras veces pasamos, tomamos distancia, por ejemplo del cambio climático y vamos tirando, como cuando en Muerte en Venecia, va desapareciendo la vida, y los afeites y la belleza parecen anestesiar al protagonista, persiguiendo afanes, sin darnos cuenta: es el momento de tomar distancia pero para acercarnos.



















Salta de la pantalla y me grita:
Uno de cada tres españoles está en riesgo de pobreza en una de las zonas más ricas del mundo.
No te consueles porque según el Banco Mundial, más de mil millones de personas viven con menos de un dólar al día.
O porque casi el 70% de esos pobres sean mujeres.
O porque casi la mitad de la población del África subsahariana sobrevive así.
Y dos veces más alto me volvió a chillar:
No te consueles cuando te enteres de que cada 3,5 segundos un niño muere por la pobreza.
Si estás en ese riesgo, es urgente que le resuelvas al menos un problema y les cobres un buen dinero a los que lo tienen.
Y tres veces más alto rugió:
Reparte tus yerbas con quien ande tras de tí para ver las que dejas: es justo, humildemente nunca les humilles.”
Fundí la pantalla a negro: ¡estaba mejor la novela! o ¿no era una novela el Cuento de Navidad lo que cada Navidad nos traía Dickens? Scrooge llama y deja en el buzón de voz que era una novela corta, que hay mucho fantasma por ahí y que mejor lea a Washington Irving 













Algo (persona, animal o cosa) entre una necesidad individual o de la especie y lo que hay que hacer para satisfacerla, eso puede ser una piedra, una rama, un cuchillo, un lápiz, una app que elude multas de 700 euros pues permite encontrar el más próximo urinario en la ciudad, un dominio de la luz que permita, con sensor incorporado y papeles del Jefe del Estado en regla, operar en lo más entrañable, allá donde se desarrollaba un tumor … todo eso puede ser una herramienta, una máquina, un instrumento para que la vida siga.
Salió de la tierra la de deliciosas curvas y rotundos perfiles, se fue a margullar por horas en aromas de vinagre y bicarbonato. Se secó. Volvió a remojarse, esta vez en un agua ya con lejía. Finalmente otro baño en las aguas avinagradas y quedó así: ¡Qué piel más tersa y luminosa! Toda ella: Linda. Fiel. Dócil, está muy mona en esa postura. Cuanto más se la acaricia más guapa está. No habla. No piensa. No discute. Se adapta muy bien a la mano. Apenas gasta. ¡Va sola! ¡Se maneja muy bien hasta con los ajos! Parece que acepta que le bailen, que le guíen y, ¡vaya!, no importan sus sentimientos, aunque cierta delicadeza nunca sobre. Como buena piedra es muy útil.
Meterse o meter a otras personas, bebés o ancianos, mozas o mozos, seres correligionarios devotos o no, de parecida nariz o distinto gorro, ... entre sus deseos y la realidad, convertir lo humano en artefacto, tiene nombre. Y apellido. (Desde héroe, para unos, a lo que te cuenten).
Y adjetivos varios.
De la comunicación, a la seducción y a la violación, cielito lindo, ¿hay un paso?
1) El cuchillo: El cuchillo es una de las herramientas mas antiguas de nuestro arsenal y ha estado en uso por mas de 2 millones de años, mas de lo que los humanos modernos llevan caminando sobre la tierra. Evolucionó a la par, cambiando la forma de satisfacer nuestras necesidades y demandas. Los cuchillos nos alimentaron, nos dieron refugio, nos defendieron y aseguraron nuestra supervivencia. Es la mas confiable, útil e importante herramienta en la historia humana.

2) El contador: El contador o ábaco es uno de los primeros dispositivos mecánicos para contar, un ancestro de las computadoras actuales. Su invención redujo la cantidad de tiempo necesario para realizar operaciones matemáticas complejas, convirtiéndolo en una invaluable herramienta para el comercio, la ciencia y la ingeniería. Antes del ábaco, la mejor manera de contar eran los dedos.


3) La brújula: Ya sea que estés perdido en el bosque, conduciendo por la ciudad o circumnavegando el globo, la brújula es la herramienta que te ayudará a encontrar el camino a casa. Desde cualquier lugar en La Tierra, una brújula, señalará el norte (un hecho que cambió el mundo). Las brújulas permitieron a los marineros navegar a traves de los océanos y descubrir nuevos mundos.


4) El lápiz: La escritura sea, tal vez, uno de los desarrollos mas importantes en la historia humana. Pero fueron los útiles para escribir (incluídos el lápiz, la lapicera y el pincel) los que posibilitaron la educación a gran escala y la literatura. Baratos, rentables y convenientes, el lápiz es su mejor representante. Y como la espada viene 8va en nuestra lista podemos decir que la pluma es mas poderosa que la espada.


5) El arnés: Si estuvieras sembrando un campo en la era anterior a los motores de combustión interna, el arnés sería la única forma de concluir la tarea. Es una combinación de correas y sujetadores, es usado comunmente para atar los animales a un carro o cualquier otro implemento de carga. Hizo posible en la agricultura, incrementar la eficiencia del sembrado y permitir a los humanos producir una amplia variedad y cantidad de cultivos.


6) La guadaña: Para los ojos modernos, la guadaña, es mas conocida como la herramienta que esgrime “la parca” en cualquier aparición, pero éste dispositivo fué una vez uno de los mas importantes en el mundo. Utilizada para cortar pasto, heno y cosechar los cultivos de los campos. Fué escencial para la agricultura de los cereales, permitiendo a un solo trabajador cosechar varios acres en un día. Y en las rebeliones campesinas, fué siempre un arma importante.


7) El rifle: Mientras los humanos desarrollaban herramientas tambien fabricaban armas arrojadizas. Nuestros ancestros hacían lanzas, hondas, arcos y perfeccionaban su uso cazando y en la guerra. Pero el rifle puso a todas esas armas en vergüenza, mejorando notablemente la puntería, poder, rentabilidad y distancia. Los rifles han ganado guerras, domesticado continentes y derrocado imperios.


8) La espada: Dicen que el que a hierro mata a hierro muere. Es tambien justo mencionar que si los humanos hubiésemos vivido sin espadas nuestro mundo sería muy diferente hoy. Por cientos de años, la espada fué una de las armas mas importantes en el arsenal del guerrero. Ganó batallas y volteó imperios, torciendo el curso de la historia.


9) Los anteojos: Gafas o como quieran. Los anteojos y otras herramientas para la corrección de la visión han tenido un gran impacto en las vidas diarias de millones de personas. Sin ellos, aproximadamentes, 1/3 de la población mundial pasaría sus días vagando en la niebla.


10) La sierra: Muy pocas herramientas son tan importantes como para tener su propio mito sobre su creación. De acuerdo a una antigua leyenda Griega, la primer sierra fué hecha por un chico llamado Perdix, que era sobrino del famoso inventor Dédalo. Mientras servía como aprendiz de su tío, Perdix fué inspirado por la aleta de un pescado y nació una útil herramienta de cortar.


11) El reloj: Ésta herramienta para medir el tiempo es tan importante para nuestras vidas que la mayoría de las personas tiene una atada a su muñeca. Y es así porque es tan útil. Ciertamente, el reloj marca la economía moderna llena de ajustados y programados viajes, planes, reuniones y llamadas.


12) El torno: Es una herramienta diferente a las demas de la lista. Es una máquina, compuesta por diferentes partes, y utiliza una fuente de poder distinta al movimiento humano directo. Pero es importante en la evolución de nuestra civilización, no se lo puede negar.


13) La aguja: No hay herramienta mas simple que una aguja, un objeto largo y delgado con una punta afilada. Perforan los materiales arrastrando hilo a traves, permitiendo unirlos. Los humanos han fabricado agujas por mas de 20.000 años, las primeras estaban hechas de hueso.


14) La vela: Por milenios, la vela a iluminado al progreso humano, como así tambien, ha contribuído a conducirlo, permitiendonos extender nuestra productividad mas allá de la caída del sol. Las primeras velas datan de mas de 3.000 años de antigüedad. Es probable que la gente notara que cuando cocinaban carne, la grasa chorreaba al fuego causando una llama mas brillante.


15) La balanza: La balanza es nuestra herramienta mas importante número 15. Un dispositivo que sentó las bases del comercio y la moneda.


16) El cuenco: Un simple recipiente hecho de tierra y agua, es una de las herramientas mas viejas y valiosas de la humanidad. La cal es formada en un contenedor y horneada hasta que su dureza permita, a las personas, transportar, cocinar, servir y almacenar sus alimentos. Sin el cuenco, nunca hubiésemos sido capaces de alejarnos de fuentes de alimentos y agua dulce, ni conservar la comida para las hambrunas y malos tiempos.


17) El telescopio: Hace unos 5.500 años, algunos Fenicios cocinando en el desierto descubrieron que el calor convertía la arena en vidrio. Unas épocas mas tarde, pequeños vidrios ayudaron a los humanos a navegar por el globo y espiar los cielos. El telescopio maneja y enfoca radiación electromagnética (usualmente, pero no siempre, luz visible) para hacer aparecer a los objetos lejando, mas cercanos y brillantes. Las primeras versiones constaban de una simple lente en un tubo.


18) El nivel: Si no fuera por el nivel, caminaríamos empinados al cruzar cualquier habitación, los lápices rodarían por el escritorio y el Empire State Building se parecería mas a la torre inclinada de Pisa.


19) El anzuelo: Es uno de los items mas simples de nuestra lista, solo un segmento de cable doblado. Pero a traves de la historia humana moderna, los primeros anzuelos han probado ser una de las herramientas mas indispensables. Pescar nos ha permitido comer, sin el peligro de tener que cazar o el duro trabajo de sembrar para luego cosechar.


  1. El cincel: A traves de la historia, los humanos hemos confiado en la madera y la piedra para protegernos y cubrirnos, y el cincel es la mejor herramienta para trabajar estos materiales. Sin él, todavía estaríamos arrojando rocas para realizar algo.



Algo (persona, animal o cosa) entre la necesidad y lo que hay que hacer para satisfacerla.
Una piedra, una rama, un cuchillo, un lápiz, una app que eludiendo multas de 700 euros permita encontrar el más próximo urinario en la ciudad, un dominio de la luz que le permita con sensor incorporado y papeles en regla operar en lo más entrañable donde se desarrollaba un tumor … todo eso puede ser una herramienta, una máquina, un instrumento.
Meterse usted o a otras personas, bebés o ancianos, mozas o mozos, seres correligionarios devotos o no, de parecida nariz o distinto gorro, entre sus deseos y la realidad, convertir lo humano en artefacto, tiene nombre y apellido.
Y adjetivos varios.
De la seducción a la violación, cielito lindo, ¿hay un paso?
















Unas de las formas más extendidas de ir toreando la existencia es la de tantear, la de cometer pequeños errores, hacer pruebas que quizá no sean esfuerzos muy efectivos para lograr un cambio en el asunto, pero que tampoco harían mucho gasto, hasta ver el mejor camino a seguir. Entonces sí se emplearían el ejercicio, la contundencia, el ir a por todas. Se avanza menos cuando no hay un buen talante para reconocer errores, para rectificar, para hacer como si, como si fuera en realidad, es decir haciendo un teatrillo. Eso tiene tiene límites: hay pruebas irreversibles. Para aprender un idioma hay que equivocarse. Por esto es bueno estar siempre aprendiendo hablas distintas: las de vecinos, las exóticas, las de los gremios, las de los comunicadores de otros países. Haciéndolo mal, confundiendo un tío con un tobillo, una ensalada de papas con una de hortalizas.
 Agustín Charles, Mauricio Sotelo, José María Sánchez-Verdú, Jesús Rueda, Jesús Torres, Pilar Jurado, Gabriel Erkoreka, Ramón Humet, Juan Cruz Guevara, Jesús Navarro, Oliver Rappoport o Nuria Núñez,


Oír la luna, sentir su presencia, disfrutarla, es más fácil cerca de la mar, que se viene y se va moviendo, así, indirectamente, con su irresistible atractivo. Cambian los colores y aromas, las formas y las danzas, sus músicas con sus ritmos y armonías.



Dicen que el bondadoso clima pero para mi la gran suerte de algunos canarios (o de los de Hangshou, de cuyo gentilicio no he podido estar al tanto, ayer tampoco) es la de haber bien nacido entre personas que tenían muy claro que cuanto más cariño daban, más tendrían y que eso, el afecto, es lo que más valía del mundo y así hacían en consecuencia.
Le protesté enfadado a mi tía Lola, la mayor, por los pinchazos y como era muy raro en mí dar quejas, más aún me escuchó. "Si me prometes que te curas te dejo que tires las últimas", las tiré con toda la rabia ... y con unos potajitos de berros y otras maravillas me curé aquel verano no sé muy bien de qué ... Grandes dosis de cariño no faltaron.
Mercedes, mi madre, una sonrisa enorme, a veces carcajada sostenida, (como después María maestra de mucho y de muchos, qué casualidad) era muy querida por muchísima gente pues era mujer-faro y un firme apoyo, muy animosa, genial, para salir de un mal paso; era mucho, como el mar, pero especialmente era una gran alegría para sus hermanas Lola, Fefa, María, Rosario, Pino, Carmita y nuestra gran asesora en transgresiones divertidas: Pilarito. ¡Cómo la querían! Los respetuosos mayores canarios de la familia, también me enseñaron con su bonhomía y ejemplo que un respetito es muy bonito y no cuesta dinerito.
Esa ha sido una gran suerte. Una de mis grandes suertes.
Menos suerte es andar por el frío del mal llamado y mal nacido "tren ligero" con estaciones abiertas al aire gélido y a un ritmo horario de alta rentabilidad solo para el diablo y los suyos. ¡Meno mal que una persona decente nos ayudó!, el de seguridad dándonos un botón de astucia colectiva: meterse dentro de un tren en espera y con calefacción, hasta la hora de partida del nada ligero por llegar.
Del África europea desarrollada, —¡qué bien funcionan las guaguas con el aeropuerto!— vinimos muy bien en unas pocas horas hasta llegar a la Europa subdesarrollada: la del mezquino transporte de la banlieue madrileña. Allá se me quedaron unos azulejos a medio poner. A ver si puedo arreglar eso pronto. Un sopicaldo de los que vendían en Siberia para reparar el daño saludable del frío helador de esta medianoche en Iberia: las grasas pardas actuaron muy bien.


¡Qué privilegio poder esucharte!, Laia … Tu voz hablada con los vienes contando y seguir;as haciendo … pero tu voz cantada … ¡Difícilmente alcanzaremos otras cotas mayores de luminosidad en las caracterizaciones femeninas que nos aguardan en la conversación!

Episodio 9 Final y Summertime Laia Falcón en la Tertulia de Rne clásica

Publicado el 5 dic. 2017
El pasado día tres de diciembre de 2017 se emitió un interesantísimo programa en Radio Nacional Clásica en La Tertulia con música y palabra en torno a la temática de los mitos y la música del que se han entresacado la presentación y nueve episodios con las intervenciones de Laia Falcón. Con Carlos García Gual y David Hernández con la dirección de Miguel Álvarez-Fernández y la selección musical, en el programa completo, pueden ser oídos en la edición guardada en http://www.rtve.es/alacarta/audios/la-tertulia-de-radio-clasica/

¡No me gusta que me etiqueten!” Disparaban los jóvenes, los más rebeldes, de hace medio siglo, quizá para luchar contra el abuso de prejuicios con que eran atacados.
Sus mayores, habitantes de su guerra y nuestra postguerra, habían usado las palabras como balas contra los del otro bando, para acribillar la verdad, para fusilarla al amanecer, para hacer de ella la primera gran víctima de su contienda, para cohesionar su tribu, su banda y por los años sesenta del siglo pasado, siguiendo la inercia, hicieron su diana preferida de los que venían con sus pocos años a moverles su precaria identidad y usaron las armas de eficacia comprobada: lanzamientos de prejuicios en chistes, burlas, insultos, pedradas, torturas, cárceles. Marcaban con el sello, totalizaban con los prejuicios, como a los animales, haciendo un total de los que eran distintos, totalitarios, enemistando a los propios con los de otra identidad.
Líderes votados por sus naciones —¡qué peligro otra vez—, electos, aspirantes a carismáticos, caraduráticos, impasibles el flequillo o el ademán en su conjunto, toman los medios de comunicación e inyectan su veneno. Con la economía muy baja, sin empleo, florecen los salvapatrias-contraellos. Como en la guerra.
No me etiquete.




Me comenta una compañera de viaje en el metro que si las cosas están mal y no se cambia el modo de hacer, seguirán estando mal. Pero que si se cambia a otras maneras peores, en efecto, estarán pésimas. ¿Qué tal buscar un método mejor? ¿A dónde vamos a parar? Me quedo en Sol.
Al agacharme a mejorar el lazo de los zapatos, a las seis en punto de la mañana mi homeostasis disparó: ¿Poco con mucho o mucho con poco? Y con un canto a la acción entoné: ¡Qué hermoso es hacer herramientas capaces de hacer herramientas!  Donde se realiza el enlace entre aparatos y el sistema, ahí hay y eso es una conexión. Clic, clac.
Con “PFP international” se había impulsado tremendamente a sí mismo con la empresa que estaba poniendo en marcha destinada a enviar a Punto Fijo su Package. Poco antes de meterse a fondo a margullar en sus últimas horas estaba tremendamente liado con el papeleo: para que medio ambiente le otorgara licencia de apertura, para que protección sensorial le diera el visto bueno, por los permisos para que sus drones pudieran circular y cien peripecias más. Decisiones donde dudas. El negocio estaba claro: La gente necesita un respiro y su productora se lo iba a dar; previo pago en línea, cargaría los tres contenidos del Package: música, poesía e ilusión y el transporte individualizado lo depositaría en el destino pactado. Cada vez que tenía que lidiar con fontanero que dice que hay que romper, parquetista que no encuentra hora de que se seque el suelo, albañil que albea todo a su paso si es que viene, le salía una empresa nueva en la que emplear su ya escaso tiempo.
(Ópera fílmica. Vídeo artístico. Museo Reina Sofía)




Cerca de Jerusalem, Emaús, es un lugar, donde quedó escrito que al abrírseles los ojos le reconocieron y entonces desapareció y uno mil seiscientos años más tarde ese asunto quedó pintado por un tal Velázquez, desde Sevilla, con esa hermosa cara protagonista que para algún poeta es timidez antes de ordenar todo lo necesario para dar la cena y para otro puede ser una correcta posición ante lo misterioso más cotidiano y más fácilmente descifrable y entendible: del agua que está en la alcarraza, en el rallo, para que sepamos de qué estamos hablando, resuma una pequeña cantidad y ese asunto permite el frescor de la que dentro queda. Para quedarse tan fresco dentro la gente deja salir a la red desde gatitos a hermosas obras de arte en excedencia. No hay que fiarse, pues de las apariencias y mucho menos envidiarlas, eso solo para ser investigado, y muchísimo menos hasta hacerse mala sangre. La humildad como una buena procesión va por dentro que es lo que realmente pinta algo.

¡Feliz año nuevo!
Un retorno, un paseo sereno desde la Casa de Rodín, andando la digestión de esa idea-faro que canta que "siempre queda —algo o mucho—, por hacer y que el camino puede ser tan hermoso como cualquier estación, posada o llegada". 
Podríamos llevarnos calmos por el Museo de Maillol y el de Orsay, visitar novedades y gentes de los de la Escuela Superior de Bellas Artes y de la Facultad de Sciencies Po, retomar la Edad Media de París en su museo y llegar hasta la Isla de San Luis, ( a otra ribera para otro calmo paseo, anoto) y así, con las horas hechas siglos y los siglos esquinas, París, se puede tener una opertura oportuna, preludio al mejor año de 2018.
¡Feliz año nuevo!
Si se logra mantener la idea de Creatividad, sus adentros y conecciones durante todo ese tramo, puede ser un gran rato, los pies cómodos y, gracias a los virtualismos de Michelin o Google, really low cost.
De Santini, el toscano, cazador y escultor, cuando apenas llevábamos en los bolsillos justito para la guagua, para limpiarles el polvo con caricias, gozar y aprender, adquirí hace casi cincuenta años, una pequeña colección de sus buenísimos moldes y acabados con marmolina y alma de escultor: Good value for your money! "¡Los pobres de agüita hacemos caldo!" enseñan los creativos y que su heroísmo se vea, no está mal, creo.
Tres veces, me parece, rechazaron los de la Ècole des Beux-Arts al aspirante Rodín enviándoles a trabajar de yesista: menudo "erasmus-orgasmus" el del Maestro en sus misma ciudad.
Insisto: ¡Feliz año nuevo!
China manda. Ya no se trata de fatamorgana celta o de profecía infantil sosteniendo la idea de la desaparición de la civilización actual con el peso de todos los millones de chinos dando al mismo tiempo unos saltitos y expandiéndose golpeando cada uno a una vieja campana de bronce o una cacerola de latón con palo de árbol longevo. El primer gran ataque a una de las más importantes instituciones de los países que hablamos este idioma y parecidos, y que sirve a los otros para mal identificarnos, tendrá lugar apenas cambiar de estación. ¡Llegando por aquí el invierno y para que se vea bien a hora comercial en China la tremenda influencia ha llegado a la siesta!, ¿cómo se sostendrá tal como la conocimos tras este embate? Ya han obligado a poner a la una del mediodía el partido Real Madrid — Barcelona F. C. y, además, sin que estos vayan a hacerles el pasillo, ni a dárselo. ¿Cómo resultaría la solemne lectura de la escuela de poesía blanda grado dos mientras otros golpean una cacerola? China manda.




Ni todos los minutos son iguales, ni cuando te dicen “en dos minutos llego” hay garantía de que esos dos minutos vengan seguidos.
Para muchos personajes, arrogantes tiranos y tiranas de la vida cotidiana, un minuto puede ser el primero, sí, y después dejan un gran rato –el de su conveniencia y abuso—hasta que llegue el minuto dos.
A las personas que anticipan la meta con exceso, que se ilusionan, les pueden producir una perversa ansiedad con el rato de espera; puede que a los más sumisos les pueda aumentar el deseo y por tanto en su cabeza el tamaño de lo que espera; otros, como el que ayer se volvió a enamorar de una mujer (o un hombre según quien cante) que le miró al pasar, cambiará una meta por otra con más facilidad; otros se aprenderán el tipo de personaje maltratador que lidian y cuando le afirme que llegó tarde “por el tráfico” le tendrán preparada alguna respuesta civilizada.
Si estamos esperando a que esto se arregle solo o en dos minutos nos puede pasar de todo.










Resucitan.
Terminar, llegar a la meta, lo último ... pide lo primero, iniciar otra andadura, empezar.
El mandamiento de tomar doce uvas al acabar el último día del año va a ser cambiado por el de tomar veinticuatro. Los apóstoles de este modo de avanzar basado en consumir y más consumir, al salir de sus centros de quema de grasas, sedentarismos y otros excesos, se reunieron para cambiar aquella ley, ¡las costumbres se hacen leyes!, para conseguir duplicar ingresos por el trasiego de uvas, anuncios publicitarios, ruidos bailables, exposición de cuerpos de simpáticos famosos o de las famas de simpáticos cuerpos.
Al quemar las hojas, ramas, semillas, raíces que estuvieron vivas y ahora están secas en una cerámica de barro, resucitan.




















Cuando afrontamos un muro, un obstáculo, una novedad amenazante, tratamos de tomar impulso yendo hacia atrás.
Los mecanismos de carraca en algunos objetos impiden la marcha atrás trabándolos. Pero ante un año nuevo es bastante común que los divertidos se quiten trabas y se queden después hechos unas carracas, involucionados, resacados, atrasados para, tal vez, desde ahí renacer y encausar los nuevos días.
Las carracas, que a su vez superaron a los barcos vikingos, gozaron de cierta predilección por los portugueses y como sus vecinos en Iberia, aragoneses y castellanos, también a por las especias eran más partidarios del galeón dieron como peyorativa la palabra para aplicarla a los que andan lentos y pesados de maniobrar ante los oleajes.


 Nehru predicaba internacionalmente el ghandiano discurso de la no-violencia pero en lo que ahora llamamos Goa atacó a los portugueses que definitivamente no descolonizaron hasta la revolución de los claveles.















Sacudirse el polvo de harina, lavarse a fondo las manos ennegrecidas después de desgranar granadas todo el día, quitarse la chaqueta plateada y el maquillaje para salir a la calle, para volver a cierta normalidad, son tareas de fin de jornada.
No es bueno llevar de vuelta a casa el olor del pescado, los patógenos del centro de salud y enfermedades o las poses y mandatos del escenario ante las cámaras; parece que conviene dejarle al César lo que suyo fuere, ducharse bien y revestirse de lo que parezca más genuino al tiempo que común.
Ese fin de jornada, repetido cada día durante casi medio siglo, se termina aprendiendo, fijando, metiéndose en el sistema nervioso central, haciéndose carne de nuestra carne, equilibrio homeostático, convirtiéndose en nuestro gesto, en nuestra forma de ser visibles; esas jornadas se han hecho arrugas de la piel, arrugas en los músculos, en los huesos, en las que un escáner puede ofrecernos de las circunvalaciones del cerebro, arrugas de los pliegues y repliegues que nos caracterizan. Todo trabajo, si repetido cincuenta años, nos termina haciendo como somos, hasta la médula, además de romper algún hueso.
Quitarse todos esos hábitos al terminar en la fábrica, al jubilarse tras diez lustros, puede requerir muchas horas de divorciarse y casarse de nuevo con el spa hasta que los chorros nos lleguen a la pineal, maridarse con dietas y paseos hasta el hipocampo, mirar obras o escaparates con las manos en los bolsillos, enrollarse con hacer o recrear obras de arte, de artesanía, con recrear o hacer bellas artes de uso cotidiano, de ingeniería social, de reunirse en sagrado matrimonio mente-cuerpo hasta re-repoblar la faz y mielina del cuerpo calloso. Hasta que la muerte nos separe. Amén.












Desvivirse por algo o por alguien hasta perder las llaves de la propia casa complica el reencuentro hasta el punto de que hasta el propio cuerpo podría ser sentido como algo extraño. Las claves que nos permitan reabrir nuestra trayectoria, proyectos, cuentas, deben quedar siempre bien disponibles para que las obras, la cultura, las calles, entrañas y playas que nos hacen lo que somos, estén donde tienen que estar, con fácil acceso para poder palparlas si no hay luz, para oírlas claramente con mucho ruido o en silencio. Tampoco sería un buen modo encerrarse, meterse dentro y perder la llave o el sitio de la cerradura. Aun sin media naranja, sin trabajo, sin techo, sin salud, sin mucho rato, como ocurre después de las guerras, tendremos que reunir todo lo que nos quede, que siempre será lo mejor, para reconstruir y seguir. El arte, ayuda. Vivir es un arte. No desvivivirse, otro.


¿Traicionan los buenos amigos? —¡No! ¡Jamás! ¡Los buenos amigos nunca traicionan!
—¿Te envidian y roban los buenos amigos? —¡No! ¡Jamás! ¡Los buenos amigos nunca te envidian ni te roban!
—¿Te desatienden, te desentienden, tergiversan y distorsionan tus mejores amigos? —¡No! ¡Jamás! ¡Los buenos amigos nunca te desatienden, te desentienden, tergiversan y distorsionan!
—¿Cuántos amigos tienes? —Todos los años desde niño y ya soy mayor, les pedí uno a los Reyes, a Santa Claus, Papa Noël, San Nicolás, al Carbonero, Apalpador, Pandigueiro, Basil, a Babbo, Ded Moroz, Dzmer Papik, Şaxta Baba, Shengdan laoren, a Ông Già Nô-en, Julemanden, Djed Mraz, Thatha y hasta con Krampus y Beffana, prové. Hasta cerrando muy fuerte los párpados y aguantando al máximo la respiración, probé.
No he sacado de su envoltorio al que me trajeron un año. En una etiqueta ponía: CONTIENE AMIGO, NO PONER A PRUEBA.


Enseñar ayuda a aprender. Escribir sirve para leer. Estar enfermo un rato, a veces, hace mejor médico al que ya era bueno. Caminar favorece el descanso. Las ganas de comer son el mejor ingrediente hasta para la más simple de las recetas aunque unas combinaciones adecuadas de excelentes viandas con sus formas y colores, sabores y texturas abren el apetito y hasta inician con la alcalina saludable saliva su digestión. Que duelan hasta los huesos las horas yacientes en la cama anima a atarse las zapatillas y gastarla con mejor vida. Curar esa herida abierta ayuda a prevenir las causas y facilitar el trabajo a los sanitarios. Leer




















¿Qué habría que hacer para desarrollar algunas genialidades como la de confiar en que querer algo con muchas ganas, ayuda a conseguirlo? ¿O la de que conviene guardar la calma no sea que no vayan a llegar con el pedido? ¿Qué para agudizar la capacidad de escudriñar e interpretar pistas? ¿o la de portarse bien, adecuadamente, para conseguir lo deseado? ¿Y la capacidad de seducir?
Como las destrucciones controladas de un edificio, que quedará arrasado por la ingeniería que no por las catástrofes, y sin llevarse por delante todo un barrio o la mismísima ciudad, inventaron las fiestas, para esos modos del buen vivir, el engaño, el misterio, las obras de teatro; el juego, siempre más importante que el juguete. Los simulacros, las maniobras sin fuego real, las inmensas emociones vividas como si fueran de verdad y el alivio de saber que aquello era un sueño, un cuento, un engaño bienintencionado podría servir.
Detrás del último Rey Mago ya parece que asoman el Carnaval y por estos pagos la Primavera, siempre (24/7/365) está abierto el Arte y si uno atiende bien: esto está lleno de ángeles y regalos mil.










Lo inútil, aunque más barato y rebajado se vista y complemente, inútil se queda.
Temporada tras temporada, en el argumentario colectivo y por tanto en su inteligencia social, se sigue abriendo camino la idea de vivir una vida más feliz sustituyendo la huida hacia adelante que genera el consumismo por otras formas, aparentemente menos evolucionadas, más en el modo en que las cosas eran. Quizá avalada por las raíces, por la tradición, por lo más simple, lo más sano, respetuoso, digno, amoroso ... como criterios alternativos a los porcentajes de beneficios sustraídos hacia bolsillos privados desde las corrientes públicas.
¡Si menos llevas a tu morada, menos polvo habrá que sacar a tantos objetos fetiches!
Marque goles o tendencias, aunque rebajado, fetiche se queda.




















Un vía fácil para hablar con los muertos puede ser la conjunción de un día desapacible con estado corporal de gripe hasta los huesos. Mucho viento que al colarse entre huecos silba como si nos estuvieran llamando desde el más allá, todo el frío que queda después de un fuerte combate contra los patógenos con cepa cambiada, fiebre y abrigo total. Por la rejilla mínima entre gorro calado hasta las cejas y edredón de máximo calor hasta los lacrimales. Esa puede ser la mirilla ideal para elegir muertos conocidos y desconocidos, algún vivo entrometido y la desgana justificada de dejarles que nos vayan llegando. No buscándoles, encontrándoles. Reencontrándoles. Cuando los muertos han dejado libros eso es mucho más fácil.